Acerca del Editor

1000 palabras sobre mí.

Si te estabas preguntado quien escribe este blog, soy yo. Autodenominándome como Diógenes, como tal me considero su pupilo (aunque acumule mierda que me compro por internet). Nací en una villa de clima cálido de un país castellanoparlante, quizás España o quizás no: en sucesivas entradas a este blog quizás se filtre de dónde vengo.

 Me eduqué a lo largo de mi vida en cuatro centros educativos: infantil, primaria y parte de la secundaria en el primero; termine la secundaria, en el segundo; completé la preparatoria, en un penúltimo; y complete mi didáctica en una Universidad reconocida de mi país. Hasta la preparatoria mis calificaciones eran dignas de ser sujetadas por un imán en la nevera. A partir de la secundaria planearía un punto de inflexión en mi vida que modificaría todo lo conocido por mí, incluido mi expediente académico. Si me describo como alumno, siempre he sido rebelde ante la autoridad, eso sí, si levantar una palabra más alta que otra a mis maestros y profesores; he utilizado la picaresca a la hora de resolver mi tarea de forma autogestora (odio hacer deberes); y lo que me propongo, lo consigo. Cueste unos segundos como un lustro. Ya acabado los estudios, me he consagrado a la aventura, a la autodidactica, a trabajar en trabajos nómadas como campesino, camarero, músico, profesor de clases particulares, bibliotecario, reparador de ordenadores, guarda de inmuebles y otros oficios que no ofrecían tan pingües salarios, pero me permitían subsistir y no estar bajo la vigilancia del “Papá”.

Me considero un ávido lector, puesto que siempre la Biblioteca ha sido una casa de socorro a lo largo de mi vida. No sé si está bien escrito pero también soy un grafómano empedernido, siempre llevo conmigo un cuaderno y un bolígrafo describiendo, narrando y ensayando lo que reciben mis sentidos, piensa mi mente y siente mi espíritu. Podría decir, que la fotografía sería uno de mis hobbies mas sólo la utilizo para documentar mis escritos y ayudar a mis recuerdos con sus instantáneas. Soy melómano de música clásica y orquestal puesto que he sido instruido a lo largo de mi vida para interpretar música en un instrumento de viento metal, por ello no me considero músico sino “caja de música”.

Todo no va a ser autolanzarme flores y piropearme a mí mismo. He contado mis, quizás, tan innumerables virtudes, pero también tengo vicios de los que no estoy orgulloso: como la nicotina y la cafeína; o la gula y la lujuria… Unas de mis metas es, desde que me di cuenta de que soy adicto a la nicotina, es dejar de administrármela y conseguir los que muchos de nosotros fumadores no estamos consiguiendo y utilizar esta porción de internet como punto de apoyo a mi fuerza de voluntad.

Socialmente me considero sibilino, introvertido y solitario tendiendo al ascetismo. He evitado el gregarismo, sobre todo intentar ser líder de un grupo o similar. He preferido el mimetismo y el mutismo a llamar la atención. A que me pidan ayuda antes de que yo la ofrezca. Mi actitud a lo largo de los años, me ha creado problemas con amigos y familia, sobre todo. Y como en mis profesiones estoy normalmente solo o no son de socializar demasiado, no tengo problemas laborales. Así que en mi etapa de senectud, si la disfrutare, estaré solo o rodeado de personal sanitario mas eso, en el día que estoy escribiendo esta presentación, no es la mayor de mis preocupaciones

Mi pensamiento es decimonónico, para muchos, mas creo que es universal. Apoyándome en un marco en el que fui criado, es decir judeocristiano y, afinando más, católico; mi filosofía es racionalista y marxista. Metafísicamente no soy monoteísta, más bien panteísta y animista. Viendo la esencia en cada componente que recibo a través de mis sentidos y dando un toque matemático a lo que percibo, suena raro… Pero es así.

De lo que más valoro en esta existencia, además de la riqueza (hay que echarse algo a la boca) es: el tiempo y la privacidad. Posiblemente ya haya oído de cualquier fuente cosas como el tiempo no se puede atesorar, recuperar, etc. Y no voy a quitar razón a ese axioma, llegamos a este mundo con un temporizador, puede ser que nosotros tengamos cierta fuerza en ralentizarlo, en acelerarlo seguro. Lo que es cierto, que la marca está fijada y nunca parará hasta que llegue al cero, y como no me queda otra: lo aprovecho. El segundo tesoro es la privacidad, cosa que pensábamos que sería imposible de ser apropiado por otros a finales del siglo XX y principios del XXI. Sin embargo, vivimos en la era digital: trafico ingente de datos de una región del mundo a las antípodas de éste y a velocidades pasmosas. Y entre las “galletitas” que no te dejan rechazarlas, las redes sociales que saben hasta cuantos pelos tienes en el nudillo del dedo pulgar del pie izquierdo y los Neuralink® que ya son una realidad. Hacen de nuestra privacidad presa a empresas de estudio de mercado en el mejor de los casos.

Hacer realidad este blog ha estado en mi mente desde hacía tiempo. Varios prototipos vieron la luz y finalmente la desidia y la poca precaución que tuve con mi privacidad hicieron que fuesen eliminados. Crear un blog es fácil, lo difícil es conseguir que sea retroalimentado; si no, van a ser botellas con mensajes tiradas al basto océano que es hoy internet, no por ello escritos en balde, porque mis letras no leídas hoy, seguro, que serán leídas en el futuro. Y sé que los vlogueros hacen un trabajazo: grabar, editar, componer y publicar. Pero ¿No es más entrañable leer que ver? Por eso quiero ser bloguero.

Así que, si has llegado hasta el final. Espero que te guste leer lo que he escrito con la pluma de mi corazón con total honestidad y sinceridad puesto que escribo lo que no diría en público. Deja un comentario, que sea constructivo y si lo deseas puedes escribirme a mi correo.

Diógenes de **ie**

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